Del altar que le alcé en el alma mía
la Voluntad su imagen arrojó,
y la luz de la fe que en ella ardía
ante el ara desierta se apagó
Aún turbando en la noche el firme empeño
vive en la idea la visión tenaz
¿cuándo podré dormir con ese sueño
en que acaba el soñar?
según me dijo mi amigo becker!
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A soñar, que es gratis y el que no sueña, no llega
ResponderEliminarRo